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Hace años 'el hombre de la calle' pedía hipotecas a 10 años a un tipo de interés fijo, con lo que podía saber si podría o no devolver su préstamo. ¡Qué tiempos aquellos!
En esa época olvidada, 'el hombre de la calle' tenía un aliado: la inflación. Subía la inflación y su salario se revisaba. La cuota del préstamo permanecía fija y, conforme pasaba el tiempo, aquel 'hombre de la calle' notaba que la soga que apretaba su cuello se iba soltando, soltando... para al final quedar liberado.

Hoy corren otros tiempos. Las hipotecas se alargan a 50 años, lo que -en realidad- significa que la hipoteca te va a durar 'toda TU vida'. Y, lo que es peor, la hipoteca te la dan ( o tú la eliges ) a un tipo variable y ligado al euribor.

Nadie te avisa, nadie te previene,...y, de repente, empiezas a entender la vieja expresión "con el agua al cuello". Y, además, no tienes aliados, no hay inflación que te ayude, no hay crisis bancaria que no te afecte, no hay forma de rebajar la presión.... el euribor se convierte en tema de conversación en las reuniones familiares y cuando te ves con los amigos. "¿Cuándo te revisan la hipoteca?" es una de las preguntas habituales. "100 euros, la última vez" Es la respuesta desconsolada del prestatario.

¿Cómo hemos llegado a esto? ¿Qué papel ha jugado la PUBLICIDAD en toda esta "explosión hipotecaria"? ¿Es este el mejor de los mundos posibles? ¿Acabaremos viviendo en pisos de 20 metros cuadrados ante el hecho de que ni el plazo se puede alargar, ni la inflación te ayuda, el empleo es precario y todo ese sin fin de cosas que están fuera de nuestro control?

Me gustaría saber vuestra opinión